Eladio Laredo construyó esta residencia en 1899, sufragada por Dolores de los Heros para acoger inicialmente un asilo de huérfanas. Fue casa del indiano Pedro Landeras, un adinerado comerciante, y hoy es un centro cultural. La casa-palacete, de un modernismo ecléctico con influencias francesas, tiene sótano, dos plantas y ático. En el diseño de la fachada principal destaca un cuerpo que sobresale sobre los laterales. La entrada, adornada con una terraza abalaustrada, tiene puerta de madera trabajada con profusa decoración con sendos cuarterones decorados con cabezas de leones y parejas de amorcillos entre jarrones. En el edificio conviven distintos materiales, como madera y ladrillo, además de las cerámicas de Zuloaga que no se conservan.
En ella se ubica el Centro Cultural La Residencia.